Resurrección Álvarez Castaño – la Resu - es una actriz muy particular. Se gana la vida como buenamente puede y la afronta con ilusión, tanta que tiene de pronto un golpe de suerte y cae en sus manos la oportunidad de salir en la tele. Apenas se lo puede creer. Por fin va a levantar cabeza. Y con toda la ingenuidad del mundo acepta el trabajo.

Hacer el papel de una pitonisa, ¿no es actuar? Y ese público que llama a este tipo de programas, en su mayoría público femenino, ¿acaso no busca una respuesta sincera a un problema que de veras le preocupa? ¿Cuál es el precio que tendrá que pagar la Resu por unos minutos de fama? ¿Hasta dónde será capaz de llegar?

Necesitamos ser escuchadas, queremos compartir nuestras experiencias, exigimos que se nos trate con la importancia que merecemos... Y de pronto, aparece por la tele una persona tan agradable, una pitonisa que nos señala el camino de una forma tan cariñosa... Se llama Dolores. Esa misma Dolores que se vendrá abajo dentro de un rato, cuando nadie llame a su programa en directo y que acabará suplicando al público de la sala que la llamen, por favor. Y luego ya sin favor, casi a la fuerza, provocando con su sinceridad que todo el chiringuito de la tele se vaya al garete.

NOCHE CON DOLORES es una apuesta por la verdad. Y se asume cuando nuestra protagonista se da cuenta de que el futuro está en nuestras manos. Que sobran las bolas de adivinación, las cartas del tarot y los horóscopos, porque SABEMOS LO QUE QUEREMOS, y lo único que necesitamos es un empujón. Una ilusión. Rearmarnos y empoderarnos con el propósito de salir adelante.

NOCHE CON DOLORES es un canto a la ilusión. La actriz que lo interpreta busca la complicidad del público desde la ingenuidad más absoluta. La risa y el humor en cada una de sus ocurrencias nos acompañarán en este viaje de apenas una hora donde la veremos caer y renacer de sus cenizas, ejemplificando la necesidad de encontrar recursos en una misma para vivir sin falsedades, reconstruyéndose una y otra vez en cada uno de sus fracasos.